(texto e imagen robados de mi Instagram @maritcamba)
Ayer dibujé un árbol en la arena.. Sus raíces, infinitas, brotaban hacia la orilla del mar. Cuando quise sacarle la foto a semejante obra de arte, vanguardia de mi infancia (entiéndase la ironía), una caricia de agua se la llevó recordándome el sentido efímero que cobran las pequeñas cosas si no se piensan después, pasado el momento.
No tengo la foto del árbol pero alguien fotografió parte del proceso.
Entonces sé que ayer dibujé durante rato, como una niña (y como hacía tiempo no ocurría), sumergida en la urgencia creadora que tal día como ayer me brindó el Mediterráneo
Epílogo de un verano pirata
Ayer dibujé un árbol en la arena.. Sus raíces, infinitas, brotaban hacia la orilla del mar. Cuando quise sacarle la foto a semejante obra de arte, vanguardia de mi infancia (entiéndase la ironía), una caricia de agua se la llevó recordándome el sentido efímero que cobran las pequeñas cosas si no se piensan después, pasado el momento.
No tengo la foto del árbol pero alguien fotografió parte del proceso.
Entonces sé que ayer dibujé durante rato, como una niña (y como hacía tiempo no ocurría), sumergida en la urgencia creadora que tal día como ayer me brindó el Mediterráneo
Epílogo de un verano pirata