Serendipity

La vida da muchas vueltas. Todos lo sabemos. Pero lo que yo no sabía ni por asomo era que mi destino me llevaría nuevamente al extranjero. Esta vez a Edimburgo.

Hace cuatro meses comencé un curso de radio del que, sin duda alguna, me siento orgullosa en lo profesional y personal. ¿Por qué? Lo profesional es obvio: se trata de algo que me gusta, que disfruto y que me aporta conocimiento. Pero nada más cercano a la ficción (como un dramático en radio) me ha traido aquí. Y es que en ese curso (llámese máster no oficial dadas sus 400 horas de dura práctica), conocí a mi acompañante de viaje. No se trata de nada sentimental, no. Se trata simplemente de eso que los americanos llaman serendipity, una casualidad, una coincidencia. Así, como ocurre en la historia de la ciencia con las serendipias como reconoció el propio Einstein, el hecho de encontrarnos en el sitio adecuado, en el momento preciso y al tiempo justo de no saber qué hacer con nuestro futuro, desorientado por un pasado recién desempleado y escarmentado de intentos infructuosos de vida laboral y sentimental, Miss Lady y yo nos subimos, con la intención de probar suerte e idioma, a la más septentrional de las cuatro naciones que conforman Reino Unido: Escocia.

Y no preguntéis por qué...

El hecho es que estamos aquí. Dos semanas llenas de vida que semejan ser tres meses de convivencia. Tensión, alegría, nervios, momentos adrenalínicos en los que todo es emocionante (porque realmente lo es) y otros desesperanzadores porque, ya sabéis, somos esa clase de chicas proactivas que no podemos estar paradas... y cuántos más pasos damos más lejos queremos llegar..

Así es que, contra todo pronóstico, la calma es mi filosofía de vida aquí, la suerte una bendición y la morriña...pues algo adherido a mi. Y que me digan a mi que las gaitas suenan igual aquí que en Galicia...pues no!! y que me digan que esto está lleno de españoles...pues si!!

Pero sólo yo sé lo que me está pasando, aquí y ahora, en esta tierra que drena agua once meses al año y da fronda, follaje y verde espesura al paisaje...

Y de algún modo, pase lo que pase Miss Lady, gracias por venir...