Almost Famous (Casi Famosos)

Esta noche he tenido la placentera sensación de sentirme sola. Y lo curioso es que ha sido inmediatamente después del sabor agridulce de Almost Famous (2000).



Resulta que Cameron Crowe, director de la película, publicó su primer artículo en la Rolling Stone a la temprana edad de 15 años. Así que William Miller (Patrick Fugit), que se emprende un tour por América con una banda en ascenso conocida como Stillwater, no es otro que el alter ego de Crowe llevado a la gran pantalla. Su madre en la ficción es Frances McDormand,fiera y simpática. Una mujer de firme fundamento,imperativa y angustiada por la precoz profesionalidad de su hijo. Una constante que sin duda aporta la gracia a la cinta.


Durante el viaje se aprecia el crecimiento emocional de William, quien presencia lo mejor y lo peor del mundo del rock por todos sabido. Y lo cierto es que la actitud templada, educada y, por qué no, inocente del personaje, deja al desnudo por dónde van los tiros hasta el desenlace.


Penny Lane (Kate Hudson), es la groupie del guitarrista que le acompaña en el viaje. Musa, cínica e inocente. Hudson, nominada al Oscar (2000) como mejor actriz de reparto por esta actuación, consigue respetar la ambiguedad de su personaje hasta el final. Impecable.

Aunque secundario, Phillip Seymour Hoffman en el papel de Lester Bangs como editor de la revista Creem y mentor de William, tiene los mejores diálogos junto a McDormand. Pesimista y verdadero.

Humor, romance y emotividad se aúnan en la pantalla para contar, a guión de Crowe, qué ocurría con el rock en 1973.


Es buena, ha gustado, pero lo cierto es que cuando sonríes porque el ritmo de la película fluye, llega la ñoñería entre abrazos, te quieros y melodías edulcoradas para recordarnos que un día Crowe dirigió Jerry Maguire...