Retortijones mentales

No sabía decir exactamente en qué momento empezó a decepcionarle la idea de continuar juntos. No lo sabía porque sencillamente  fueron innumerables las veces que queriendo decir sí decía un rotundo no tras otro. Y a una, que de buena que es nunca llegará a ser tonta, las pilas se le agotan cuando comienza el escozor y se esfuma la prudencia.

Los retortijones mentales aparecieron de nuevo. Dueña como era de su instinto y cortesía (que mal que pese pocas veces la pierde en realidad) mantuvo la calma ante los aires bizarros de miradas extrañas, quizá desafiantes. Luego prefirió pensar que simplemente era cosa de la inocencia e ignorancia, esa que provoca, cuando dos personas se conocen con factor común desconocido: la gloria


Así que decidió desandar lo andado, válgale la redundancia. Subió las escaleras impasible a cualquier tormenta mientras la quemazón se enjugaba entre sus piernas. 

No quería creer que la habían vuelto a engañar. 


Al entrar en casa se escuchana Nina Simone al fondo, en su habitación. Se puso contenta y es que pocas veces ocurre que la música sigue sonando cuando ella no está y sin embargo allí la diosa negra la esperaba cantando para ella.


Empezó entonces a intentar celebrar con lágrimas en los ojos....

Got my hair. Got my head
Got my brains, Got my ears
Got my eyes, Got my nose
Got my mouth, I got my smile

I got my tongue, Got my chin
Got my neck, Got my boobies
Got my heart, Got my soul
Got my back, I got my sex

I got my arms, got my hands, got my fingers,
got my legs, got my feet, got my toes,
got my liver, got my blood....