Cuando fui a Londres tenía muy claro que quería perderme por sus calles, quería sentarme en Hyde Park, visitar sus bares y sus barrios: quería Candem, Soho, Portobello y Nothing Hill. Sin duda tenía que ver el British Museum y la National Gallery pero lo que yo quería con premeditación era visitar la TATE MODERN. Siempre me pasa, y me pongo pesada, los que me acompañan y no lo comparten lo saben y me sufren, y yo ya les digo "pero que luego nos vemos..." . No puedo evitarlo, porque aunque la experiencia en ocasiones me haya dejado patidifusa, tengo esa cierta debilidad por los museos de Arte Moderno y de Vanguardia.
Me atrevería a decir que la TATE MODERN llegó tarde, aunque a tiempo, a Londres. Y es que sencillamente no existía hasta su llegada un gran centro de arte moderno contemporáneo a la altura de la demanda demográfica y económica de la ciudad.
TATE MODERN, que fue inaugurado con la colección donada al país por Sir Henry Tate (inventor del terrón de azúcar) ha cumplido hoy diez años y en esta década ha conseguido ser el museo más visitado de entre todos los de su especialidad. Sin tener grandes dimensiones (dos horas son suficientes para visitarlo) TATE MODERN es junto con el Louvre y el Museo Británico el tercer centro museístico más famoso del globo.¡Felicidades Tate Modern!
La rareza del edificio que alberga el TATE MODERN viene dada por su pasado como la central eléctrica Bankside Power Station. El prestigioso grupo suizo de arquitectos Herzog & de Meuron fue el encargado de rehabilitar el edificio en desuso. El resultado no es otro que el éxito de reunir en su interior espacios sugerentes y atractivos para el público, un modelo claro de cómo rehabilitar y recomponer edificios a otros fines. Es el caso de la Sala de Turbinas, agorafóbica y exquisitamente lumínica, que da entrada al museo.
Exposición temporal en la Sala de Turbinas
Además de la singularidad del edificio su localización en pleno centro de Londres, en la orilla sur del Támesis y frente a la Catedral de San Pablo hace que la TATE MODERN se convierta en un museo vistoso y de fácil acceso incluso desde la ribera norte gracias al Puente del Milenio, que conecta ambas orillas y desemboca justo en la entrada de la TATE. Después de la inyección artística, un café en la séptima planta es la combinación perfecta para el clímax del turista: arte y paisaje.
Vista desde la séptima planta de la TATE MODERN. Al fondo la Catedral de San Pablo
TATE MODERN atesora vanguardias, conserva obras de Duchamp, Picasso, Francis Bacon, Malevic, Juan Gris, Modigliani, Grosz y Salvador Dalí entre mis preferidos. Matisse y el Beso de Rodin en la misma sala impiden el parpadeo. Además, Lichenstein, Monet, Balthus, Warhol, Chirico, Lam, Miró, Diego Rivera, Gorky, Magritte....
Sala de Andy Warhol
Desde hace varios años, el Museo proyecta la ampliación de sus instalaciones y salas de exposiciones, estando prevista la TATE MODERN 2 para 2012 coincidiendo con la celebración de los Juegos Olímpicos. Gran reto financiero.
Numerosos artistas han hecho y siguen haciendo generosas donaciones y los Members contribuyen anualmente con 5 millones de libras para adquisiciones. La última donación estrella la ha hecho el galerista Anthony d’Offay.
En diez años la galería ha organizado 52 exposiciones, la gran mayoría han sido exposiciones individuales de artistas célebres. Las más visitadas: Matisse/Picasso, Edward Hopper, Andy Warhol, Frida Kahlo, Kandinsky, Mark Rothko y Hneri Rousseau.
¿Todavía dudáis en visitarlo?
Después de leer esto todavia tengo mas ganas de ir a la Tate.
ResponderEliminarGracias por la info
Yo estuve hace unos años y la verdad que sí que es curioso el edificio
ResponderEliminarEs genial que en Londres ir de museos sea gratis