Amén

Caminas por la calle avanzando por entre la muchedumbre vestida de festivo.Te encanta el pastel de manzana que te acabas de comprar. Hace frío y no has dormido bien pero la música en tus oídos te ayuda a avanzar más deprisa. 

Nunca habías pensado en qué se piensa cuando no se piensa en nada porque, narices, siempre se piensa en algo. Entonces recuerdas la conversación que tuviste con un amigo. Te contaba su capacidad para abstraerse del mundo y dedicar el tiempo a sí mismo y sus proyectos. Extremadamente independiente, nunca solitario, Mr Big Hands solía decír que él no era raro pese a que  muchas veces se lo habían insinuado. Que era un tipo tranquilo y nada más. ¿Cómo puede una persona considerarse tranquila cuando su mente va a 200 por mil?.

-Auch!...

Tropieza contigo un hombre que además de hacerte una propuesta indecente, tiene un hedor insoportable y rabioso a heces y alcohol. Cierras los ojos durante tres segundos para coger aire y esquivar las garras de lo impensable, y cuando quieres dar otro bocado te das cuenta que el sabor a manzana se ha vuelto muy amargo, como a tierra.  

Seguí pensando en esa conversación con Big Hands cuando me llamó una amiga. Me propuso viajar, a donde fuera, pero hacerlo juntas de una vez.

-Sigo queriendo volver a Nueva York- le dije

-Ya, Marit, me refiero a algo más accesible

-Marruecos, Estocolmo,Copenhague.. ¡Berlín!. Sigo queriendo volver a Berlín...-

Me quedé sin batería y el proyecto de viajar se esfumó.

Entró en mi oídos Catpower con su voz cálida, como susurrándome...click! click! click! The Bitch is back por Tina Turner estaba mucho mejor para el momento, sobre todo con la fuerza de un directo. Era como si las voces del público se dirigieran a mi mientras me abría paso en la Gran Vía.

Llegué hasta el Ocho y Medio, la librería, y me tomé un café mientras hojeaba el guión de Annie Hall. El ventanal no era el mismo, ni siquiera hacía esquina como en la escena final, que leí en voz baja, como queriendo contarlo...

"Se nos hizo tarde, los dos nos teníamos que marchar. Pero fue magnífico volver a ver a Annie, me di cuenta de lo maravillosa que era, y de lo divertido que era tratarla. Y, y recordé aquel viejo chiste. Aquel del tipo que va al psiquiatra y le dice 'doctor, mi hermano esta loco, cree que es una gallina' y el doctor responde 'pues porque no lo mete en un manicomio?' y el tipo le dice 'lo haría, pero necesito los huevos', pues eso es mas o menos lo que pienso sobre las relaciones humanas sabe? son totalmente irracionales, y locas, y absurdas; pero supongo que continuamos manteniéndolas porque la mayoría necesitamos los huevos".

Amén