Hell yea!

A dos horas de haber empezado oficialmente el otoño decir que este ha sido un verano fatal no sería justo para todos los que me han hecho sonreir durante los últimos tres meses de asfalto. 

Gracias.

Dejaré que siga entrando el sol por la ventana cada mañana y que la plantita que me oxigena cada noche siga trepando mi cuarto. Que mis zapatos de tacón me dejen volar por el metro Y Que los pedales me lleven al mar.

Que cada día que pase sigáis conmigo, miembros de La Cure Gourmande, que habéis sido más que hermanos durante este año de tormenta. 


Que los proyectos no se rompen, si acaso han de modificarse. 

Y que cada nuevo habitante de Madrid, Oli hips querida, sea tan bienvenido como el que llegó antes y el que vendrá después. 


Que esta ciudad nos de cobijo con un invierno de sol.


 Y viajar, viajar y viajar porque new life is coming...Hell yea!!