martes, 1 de octubre de 2013

Cartas a Pizarro III. De guitarra, tricot y una supuesta procrastinación

Querida Pizarro,

Hace tiempo que no la escribo. No tanto que no la veo. Sin embargo me dispongo a contarle en esta misiva cómo han pasado los últimos días en su ausencia

He vuelto a tocar la guitarra. Entiéndalo por favor en su sentido más literal, así como la tuve de nuevo en mis manos y conseguí afinarla, la toqué y la miré durante unos quince minutos, ni uno más, y volví a posarla en el sofá de nuevo observándola con lástima. 

-Pobre, en menudas manos has caído...- susurré al aire no queriendo mirarla de cerca, con cierto miedo al reproche desatado en alguna de sus cuerdas.

Lo mismo me ha pasado con el tricot. A este también le tengo ganas infinitas y créame cuando le digo que hago y deshago esos puntos que usted me enseñó. Parece que mi destino no irá más allá que a tejer sencillas prendas con el punto "del derecho", ese mismo que usted llama "por abajo". Fíjese si nos entendemos con la teoría...Sin embargo, en la práctica de eso que yo llamo "del revés" y usted llama "por arriba" me he visto forzada a una urgente y desesperada dimisión. 

Necesito de su maestría de nuevo. Y su paciencia, querida Pizarro. Su paciencia con estas manos que, en apariencia, parecen hacendosas pero no lo son. 

Claro, que también puede que sea cosa de la procrastinación...

Siempre suya
M.

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